Magia

Un poco por aquí.

Magia son los señores que hacen pompas para los niños pequeños en las plazas.

Nunca he creído en los trucos de magia.
De pequeña, cuando mis padres se iban a cenar siempre me quedaba con unos amigos. A uno de ellos le apasionaba la magia y estaba empezando a aprender trucos por sí mismo. Me acuerdo de que cada vez que iba a su casa me enseñaba un truco totalmente nuevo y distinto a la vez anterior. Recuerdo mi desesperación y cómo me entretenía intentando adivinar cómo me engañaba mi amigo. También recuerdo que nunca descubrí cómo lo hacía. Miento, descubrí uno pero porque le salió mal.

Desde entonces cada vez que alguien decía aquella palabra, magia, ponía los ojos en blanco y deseaba que nadie me dijera que sacara una carta del montón.
Hasta que me di cuenta, de que magia no solo era un señor con chistera y vestido con traje.

Para mí, magia es la voz de Chris Martin en un estudio grabando Magic. Los pelos de punta cuando llega a las notas más altas y cuando pronuncia las palabras: Still believe in magic? Yes I do, of course I do. Magia es poder levantarte por las mañanas y sentirte con las ganas de bailar. Es poder decirle a alguien que le has echado de menos y abrazarle, o sonreírle. Magia es tanto para tantos. Y seguro, seguro, que magia sería si te cruzaras con ese desconocido y le saludaras de una vez por todas.

¿Por qué no?

Le estoy dando un poco la vuelta a la tortilla.
Espero que no se me caiga al suelo.
Que tengáis un mágico comienzo de semana.
Ya.